jueves, 20 de enero de 2011

El Bueno, el Feo y el Malo


Bueno, al fin llegamos a mi película favorita sobre todas las demás.

No es ni muy moderna, ni tiene un presupuesto desorbitado, pero no hay detalle de ella que me disguste.

Como buen Spaghetti Western, muchos de sus planos se rodaron en Almería, en lugares que aún se pueden visitar.

Cada personaje es una caricatura de sí mismo. Caza recompensas, asesino a sueldo y ladrón. Todos tras la pista de un tesoro en oro procedente del bando confederado en la guerra de secesión norteamericana.

En ella ni el bueno es tan bueno, ni el feo es tan feo, ni el malo... bueno, el malo sí que es bien malo.

El personaje que recrea Clint Eastwood, como en el resto de la trilogía a la que pertenece esta película, no tiene nombre y simplemente le llaman "el rubio". Este hecho dio lugar a que a la trilogía la llamaran "la trilogía del hombre sin nombre" (por un puñado de dólares, la muerte tenía un precio y el bueno, el feo y el malo).

La música, compuesta por Ennio Morricone es una auténtica obra de arte y es fácilmente reconocible por cualquier persona.

No doy más detalles de la película, ya que es bien conocida. Sólo invito a cualquiera a verla, por primera vez o símplemente por volver a recordarla.

Ya que me gusta tanto, no dejaré una frase, sino dos:

"El mundo se divide en dos, Tuco: los que encañonan y los que cavan. El revólver lo tengo yo, así que ya puedes coger la pala".

y esta segunda, que es la mejor:

"Esta noche dormiré tranquilo, porque sé que mi peor enemigo vela por mí".

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